Carta en apoyo a las fuerzas y cuerpos de seguridad

Un agente de policía ha enviado un correo a cierta cadena de televisión. “Espero que por lo menos lo puedan leer los redactores de esta cadena que han llenado horas de sus informativos de mentiras”, dice el policía, que también asegura haber sido “agredido, insultado, escupido y amenazado” en su carrera policial, igual que el resto de sus compañeros, “y nunca nada de esto salió en prensa.”

El agente se queja de que los periodistas les están complicando el trabajo contando las noticias de cualquier manera, confiando en los delincuentes antes que en quienes que salen cada día a la calle para protegerles, y logrando un clima de crispación social que no les beneficia.

“Nosotros no sabemos si esta avalancha de noticias son una maniobra política para desprestigiar o simplemente porque no hay nada mejor que contar”, puede leerse en el manifiesto que actualmente circula por la red. Este agente también dice que los detenidos les gritan, insultan y amenazan con denunciarles, “y por supuesto nos tenemos que quedar impasibles ante esta situación. Sin contar con el rechazo del ciudadano, que no ayuda nada en accidentes de tráfico, incendios y diferentes actuaciones a las que nos enfrentamos.”

En el texto se aclaran cosas como que el punzón de goma no es más que un pequeño objeto de goma dura que ni pincha, ni corta, ni provoca lesiones, y que sólo se utiliza para presionar sin mucha fuerza puntos de dolor e inmovilizar a personas agresivas; “es el medio menos agresivo que se puede utilizar para reducir a alguien”. Los guantes negros, que además tienen que comprar ellos con su dinero, son para protegerse y no dañarse las manos con objetos como cuchillas, agujas, etc., que puedan llevar los delincuentes. En cuanto a los detenidos, “bajo ningún motivo, un detenido entra en una celda sin cumplir las medidas de seguridad obligatorias, y sinceramente ¿creen ustedes que son supercolaboradores? ¿Que no oponen resistencia? ¿Que entran como corderitos?”

El texto también hace referencia, entre otros casos mal tratados por los medios, al del esquizofrénico que trató de agredir con un pico de obra a uno de los agentes el año pasado, donde el policía no tuvo más remedio que dispararle. “¡¡INFÓRMENSE!! Que para algo son periodistas”, dice el policía, que continúa diciendo: “NO SOMOS ASESINOS, NO SOMOS TORTURADORES. SOMOS PERSONAS NORMALES, HOMBRES Y MUJERES QUE INTENTAN HACER SU TRABAJO. NO NOS QUEMEN QUE YA TENEMOS BASTANTE CON LOS POCOS MEDIOS DE QUE DISPONEMOS.
RESPETEN NUESTRO TRABAJO Y NO SE INVENTEN MAS TONTERÍAS.”

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